martes, 8 de septiembre de 2015

PENNY DREADFUL

Tras unos días de mucho trabajo enfermero (y poco tiempo para las culturetadas, aquí estamos de vuelta).


Y os traigo mi opinión sobre una de las mejores series que se pueden ver actualmente.
La verdad, es que tenemos la fortuna de estar viviendo un tiempo de maravillosas producciones televisivas, y si antes era complicado encontrar alguna que nos llenase, casi podríamos decir que hoy en día lo difícil es encontrar el tiempo para ver todas las series que merecen ser vistas.


Pero al lío, que ya conocéis mi legendaria facilidad para irme por las ramas. Hoy hablaremos de Penny Dreadful.



Penny Dreadful hace referencia al nombre que recibían las historias de terror (de ahí lo de dreadful) que se vendían en el Londres del siglo XIX y principios del XX por el módico precio de 1 penique (y de ahí lo de penny).


Eran escritos pequeños y sencillos y con historias no muy elaboradas, pero que explotaban los clichés del género de manera que entusiasmaban a los lectores. Vampiros, Hombres Lobo, Monstruos, lluvia, niebla, relojes que dan las 12 y todas esas cosas que, aún hoy, tras estar mas que trilladas, siguen haciendo que algo de miedo se remueva en nuestro interior.


Pues la serie parte de esta premisa. Desde el primer momento veremos como el misterio y lo sobrenatural invaden la pantalla del televisor y desde los lugares comunes que os comentaba antes y con la ayuda de un magnífico guión, una excelente dirección, y una interpretación espectacular, consiguen hacer de cada capítulo, algo inolvidable.


Vampiros, misterios egipcios, Frankenstein y sus creaciones, Dorian Gray, médiums, posesiones demoníacas, y muchas otras sorpresas conforman la extraña fauna de Penny Dreadful, pero la bizarra mezcla, como digo, resulta maravillosamente atractiva.



¿Y qué decir los actores?Hay superproducciones de Hollywood con actores menos conocidos y de menor nivel. Josh Hartnett está espectacular en su papel de americano atormentado, Timothy Dalton y su voz grave llenan la pantalla a la perfección, Rory Kinnear (difícilmente reconocible) infunde a la vez compasión y temor...y después está Eva Green.


Esta mujer no es de este mundo. Vaya actriz, vaya actuación poniéndose en la piel de un personaje que no es nada fácil, y vaya actractivo demoníaco desprende en cada capítulo. Quizá Eva Green sea la diferencia entre una buena serie y la maravilla que es Penny Dreadful.



La escena de la fiesta, tras la aparición de Madame Kali, es lo más erótico (sin mostrar nada) que haya podido ver nunca antes en una película o serie.


Como en cualquier buena historia de televisión, el hilo y el ritmo lo marcarán las relaciones entre los personajes, siempre a gran nivel (vuelvo a alabar el guión) y que no flojean por ningún lado.


Las sorpresas y los sustos están a la orden del día (no, no es Juego de Tronos, pero dichas sorpresas no siempre serán agradables). De hecho, aún derramo alguna lagrimilla recordando la primera intervención de Caliban (y hasta ahí puedo leer).


El primer capítulo comienza con la unión entre Hartnett (Ethan Chandler), Green (Vanessa Ives) y Dalton (Sir Malcom Murray) con el objetivo de encontrar a la desaparecida hija del último, Mina Murray (¿a alguien le recuerda a algo este nombre?).


Las pistas apuntan a seres que no son de este mundo.


Desde ese momento, y siempre con la búsqueda en mente, y la aparición de personajes nuevos y claves para la historia como la prostituta Brona Croft, el joven y obsesivo Viktor Frankenstein (magnífico Harry Treadaway) o el refinado Dorian Gray, iremos conociendo el pasado de los personajes que, en ocasiones, es más interesante y oscuro que el presente.



Mi capítulo favorito es, sin duda, aquel en el que por fin conocemos que relación existía en el pasado entre el explorador Malcom Murray y Vanessa Ives, y como ello está relacionado con Mina.
Lo comento precisamente para aclarar que los flashbacks de Penny Dreadful distan mucho de ser un relleno, sino que son de las piezas mas importantes que completan el puzzle.


Si no habéis comenzado a verla, creedme, esta serie os enganchará desde el primer momento, aunque quizá, si sois algo sensibles...os haga encender la luz del pasillo cuando vayáis a dormir.






P.D. No quería irme sin mencionar la estoica posición del criado de Sir Malcom, Zembene. Siempre callado, siempre hierático. Siempre con la espada a punto para ayudar a los protagonistas. De esos personajes secundarios a los que se les coge cariño si o si.