jueves, 23 de julio de 2015

BARCELONA

Hola amigos.


Esta entrada se hizo de rogar un poquito por problemas técnicos, pero aquí estamos nuevamente dando la brasa con mis historias.


Si seguís por aquí, es que algo os ha debido gustar, aunque no es que estéis muy habladores, cabritos, jajaja!
Hoy vamos a hablar de la que, A Coruña a parte, es mi ciudad favorita de España. Barcelona.



Esto va a crear múltiples polémicas. Por un lado los "fanboys" de Madrid, u otras ciudades del país (Sevilla, Donostia o Segovia tienen mención especial). Por otro lado los que consideran que "Catalonia is not Spain".


Sabéis bien que respeto ambos sentimientos de pertenencia (el catalán y el español), hasta que se convierte en algo exacerbado. El ellos y el nosotros y todas esas tonterías. Como si fuésemos una cosa u otra en función de donde nacemos.


Como si los nacidos en Cuenca fuesen menos que los nacidos en Berlín. ¿¿A cuanta gente la ponen mirando a Berlín?? Pues eso.


Pero ya más en serio, me parece admirable el amor por tu tierra. Incluso me parece lógico que uno luche por la tierra donde nace (o donde pace). Lo que ya me parece penoso es cuando se usa como arma de diferenciación. En un sentido o en otro, ojo. Es más, pocas cosas hay mas rancias que el nacionalismo español.

El caso es que de momento, Barcelona, forma parte de España. Y si alguna vez deja de serlo, me parecerá perfecto porque será lo que los catalanes hayan decidido.

Quizá otro día hable de esa gran coalición independentista catalana que, si yo fuese votante de un partido de izquierdas como ERC (si viviese en Catalunya es probable que lo hiciese) me parecería un auténtico insulto a mi inteligencia.
¿Una lista única con un partido muchísimo más conservador que el PP?
¿Con el único partido que ha rivalizado en recortes con los populares?
¿Con un auténtico cateto como es Artur Mas?



Eso ya es harina de otro costal. Por muy de acuerdo que estuviese con la independencia, con mi voto no iban a contar.


Pero bueno, ya me estoy liando.


Barcelona.


Para empezar, quiero decir que debido a que fui a una boda, conté con poco tiempo para visitar la ciudad, así que si alguien se apunta a un viaje con el enfermero cultureta, que avise, jejejeje.


Otra cosa que me gustaría resaltar es que todos los españolitos que afirman que en Barcelona te hablan en catalán en todas partes, tienen razón.
Es imposible entenderse en el idioma de Cervantes.
¿En serio? preguntaréis.


No, por supuesto que no. En 4 días no tuve ni el más mínimo problema para entenderme con nadie. Mi acento denota mi procedencia y no tuve que pedirle ni a una sola persona que por favor, me hablase en castellano.


En todo caso, al ser alto, rubio y de ojos azules, y con una guía de Barcelona, me hablaban en inglés.


Muy curioso el caso de la librería donde compre dicha guía. Guía en perfecto castellano.
"twenty euros, please". "Good bye".
Mira lo que estoy comprando, alma de dios!! Que está en castellano, y al lado había la misma guía en todos los idiomas de la torre de Babel!!!


Barcelona es una ciudad viva, multicultural y abierta. Receptiva con el turista y con el inmigrante.
Una ciudad plena de color, de luz y con ese mar Mediterráneo que le da un olor maravilloso y característico, especialmente cerca de la Barceloneta y el Puerto Olímpico.
Una ciudad realmente europea, no como otras que presumen de serlo diciendo que te puedes tomar un "relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor"
Limpia, bastante segura (aunque en zonas muy concurridas, habrá que tener cuidado con los carteristas, como en cualquier ciudad grande) y sobre todo, repleta de cultura y cosas que hacer.

Es un placer pasear temprano por la mañana desde la plaza de Catalunya por las Ramblas hasta la estatua de Colón y ver ese maravilloso Mar Mediterráneo con el sol brillando alto sobre él.



Barcelona es de esas ciudades que te puede sorprender en cualquier paseo, por alejado que esté de las zonas turísticas, pudiendo encontrarte con edificios de Gaudí, graffitis realmente artísticos o museos menos conocidos pero muy interesantes en los lugares más inesperados.
El transporte público es muy bueno, y las opciones de restaurantes, difícilmente mejorables.

Pocas cosas negativas podría resaltar de Barcelona, pero vamos a detallar un poquito más todo.



- Por qué ir a Barcelona:


En primer lugar, para desprendernos de los prejuicios que pueda haber sobre los catalanes.
Tengan las ideas que tengan, son gente abierta, amable, acogedora y que se esfuerza por hacer de su ciudad un recuerdo inolvidable. Y a fe que lo consiguen.


En segundo lugar, si eres fan de la arquitectura o de la pintura te lo vas a pasar como un enano. No solo de Gaudí vive Barcelona, y su preciosa catedral es la prueba de ello.
La catedral y la basílica de Santa María del Mar son unas auténticas preciosidades enclavadas en pleno corazón de la ciudad vieja.


Pero claro, Gaudí es mucho Gaudí. Y entre el Park Güell, la Pedrera, la casa Batlló y sobre todo, la incomparable Sagrada Familia, tenemos que ir haciendo cola para comprar pañuelos. Por las babas y tal.



Picasso y Dalí también tienen su hueco en los museos de la ciudad (sabéis que siempre os recomiendo el blog de mi amiga Eri, que tiene varias entradas recientes al respecto.http://elverticecorunes.com/ )


Si te gusta el deporte o el espectáculo, ni siquiera Madrid puede rivalizar con las opciones que ofrece la capital catalana. Todos los conciertos importantes pasan por Barcelona, el auge del teatro en Catalunya es evidente, y cualquier deporte que os imaginéis va a tener un representante de alto nivel en la ciudad.


Y si te gusta pasear, Barcelona es una ciudad accesible y que permite recorrer grandes distancias a pie sin la sensación de agobio que producen otras grandes capitales, debido a las amplias aceras y a los árboles y pequeñas plazas que pueblan sus calles.




- Imprescindibles:


Sin duda, la Sagrada Familia es una de las joyas de la arquitectura mundial. Su grandiosidad es difícil de explicar con palabras, y a pesar de encontrarse en una zona poco llamativa de la ciudad, quedarse anonadado contemplando sus torres es lo más normal del mundo.
Todos hemos visto alguna vez las enormes grúas que continúan construyendo la visión megalómana de un genio como Antoni Gaudí, pero hasta que no se contemplan en vivo y en directo, uno no es consciente de la magnificencia de la obra.



Sin embargo, a pesar de lo mucho que me gusta el exterior y de lo cara que puede parecer la entrada, mi parte favorita es el interior.


Una especie de iglesia planeada tras la toma de LSD, a medio camino entre centro comercial, guarida de villano de cómic y discoteca con luces psicodélicas. Las formas regularmente irregulares, arcos y esculturas aparentemente desconectados entre si y otras geniales "idas de olla" con perdón, forman un todo espectacular.



Un lugar alejado de los miles de turistas que pueblan los alrededores de la enorme iglesia (prueba de que los turistas somos bastante ratas) y donde se produce una sensación de mareo y bienestar difícil de explicar. Digamos que aquí sentí por primera vez el conocido como "síndrome de Stendhal".
https://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_de_Stendhal


El Park Güell, aunque atestado de gente y repleto de tierra, es otra nueva muestra de la genialidad del artista, y las esculturas de lagartos con azulejos de colores son otra de las caras más reconocibles de Barcelona.



Pasear por las atestadas Ramblas hacia la estatua de Colón mientras se observa a los artistas callejeros y a los pintorescos viandantes, es una experiencia que conviene disfrutar sin prisa.


La ciudad vieja, el Raval y el Barrio Gótico son otros lugares que no podemos perdernos. Pasear por estas calles es sumergirnos en libros como La Sombra del Viento, o La Catedral del Mar, y sentirnos sus personajes en un lugar que tiene algo de mágico.



Y por supuesto, la Boquería. A la vez mercado, cafetería, cata de productos autóctonos y éxoticos, y lugar de interés turístico.
Barato no es, pero un batido o un buen desayuno en este lugar, se hace imprescindible.



- Decepciona algo?:


La verdad es que no. No iba con muchas expectativas, sobre todo porque contaba con poco tiempo para ver la ciudad. Así que solo me sentí decepcionado por no tener más días para disfrutar de un lugar con tanto encanto y que tiene tanto que ofrecer.
Siento que solo rasqué la superficie de una urbe fantástica. Lo dicho. ¿Quién se anima? jajajaja


- Cosas pendientes:

Muchas, sin duda. Pero no haber ido a los museos, especialmente al de Picasso que os comentaba antes, me parece un sacrilegio.
Y para que veáis que también tengo mi corazoncito festivo, tomar unas copas y ver la animada vida nocturna de la ciudad de la que tanto me han hablado, también queda pendiente para otra visita.

El Palau de la Música, el Liceu, y tantas otras cosas...en realidad, como digo, Barcelona requiere una visita mucho más intensa que la que tuve la oportunidad de hacerle.




- Comer y beber:

Como en cualquier gran ciudad, hay opciones de todo tipo y puedo decir que el mejor restaurante indio que he probado y el mejor tailandés, están aquí. Basta con hacerle un poco de caso a Tripadvisor, jajaja.
Por supuesto, la dieta mediterránea tiene aquí uno de sus puntos fuertes, pero para ser sinceros, en A Coruña es más fácil acceder a este tipo de comida que a la exótica, asi que me lancé a por ella y la disfruté como nunca antes.

Los vinos españoles, y por supuesto el cava estarán bien representados en Barcelona, y lo bueno de la cerveza catalana, es que no es Cruzcampo o Mahou. La Estrella Damm es potable y además...cada vez es más fácil encontrar Estrella Galicia (la estrella de verdad) en los bares barceloneses.



A ver...península ibérica...por beber y comer no va a haber problema.

(Nótese la asepsia con la que trato el asunto...península ibérica, jajaja).


- Deportes:

Como os comentaba anteriormente, si os interesan los eventos deportivos, no podéis ir a sitios mucho mejores, especialmente si no os gusta solo el fútbol.

El Fútbol Club Barcelona, al margen de ser el actual campeón de Europa de balompié, y de tener en sus filas al mejor jugador que yo he visto jamás (Leo Messi, por si alguno viene de Marte), cuenta con secciones deportivas de todo tipo, y que siempre aspiran a todo en sus respectivas disciplinas.
Baloncesto, Balonmano, Fútbol-sala, Hockey, Fútbol femenino, Atletismo, Béisbol, etc.

El RCD Espanyol, segundo equipo de la ciudad, también es un club multidisciplinar, y además, existen muchos clubes de cualquier deporte en la ciudad condal.
Desde hockey hierba, pasando por waterpolo o natación y llegando incluso al fútbol americano.

Añado, ahora que me leo, ir al Camp Nou a la lista de cosas pendientes.





Barcelona, puerta del Mediterráneo occidental. Ciudad de contrastes, abierta, moderna, limpia y con la vista en el futuro sin olvidar el pasado.
No muchas ciudades ofrecen tanto como ella. ¿Os lo váis a perder?









viernes, 10 de julio de 2015

A RAPA DAS BESTAS

Bueno, en mi entrada de hoy, más que el enfermero cultureta voy a ser el enfermero "enxebreta", o "typical Galician" o algo así.


El sábado pasado tuve la oportunidad de ver uno de los espectáculos más increíbles de relación entre hombre y animal que se puedan imaginar.


A Rapa das Bestas de Sabucedo, en el ayuntamiento pontevedrés de A Estrada.
Esto es, un rito ancestral de corte de crines de los caballos salvajes que habitan los montes cercanos a esta localidad.



Antes de nada, quiero dejar claro que soy un firme defensor del respeto animal, y estoy en contra de cualquier tipo de maltrato del que pueda ser objeto un ser vivo. Bueno, quizá con la excepción de las arañas, que me dan un poco de repelús.


Para empezar diré que, si en algún momento hubiese sentido que los caballos eran objeto de maltrato por parte de los "aloitadores" (asi se llaman los hombres y mujeres del pueblo encargados de lidiar con estos poderosos animales) me hubiese ido inmediatamente, y además me hubiese hecho eco de ello en las redes sociales.



No voy a negar que es posible que las "bestas" sufran cierto estrés cuando son conducidas (sin palos ni cuerdas) a un recinto reducido con el objeto de ser rapadas, desparasitadas y, en caso necesario por enfermedad, separadas del resto de la manada.


Pero este estrés, bajo mi punto de vista completamente personal, solo salía a relucir cuando los garañones, es decir, los machos dominantes, se encontraban en dicho recinto, al que llamaremos "curro" pues es éste su nombre.



Los garañones son animales territoriales, y compartir su espacio con otros no es plato de buen gusto.


Es evidente que estos caballos salvajes no disfrutaban cuando eran montados y agarrados "por los aloitadores", pero también es cierto el indudable celo que éstos ponían en no hacerles daño y en tranquilizarlos una vez los tenían sujetos, y esto se notaba en la parsimonia con la que las nobles bestias volvían con su grupo una vez rapados.



También es conveniente recordar que estos caballos, al igual que cualquier caballo (excepción hecha del escasísimo caballo de Przewalski mongol, del cual hay más especímenes en el zoo de Praga que en el desierto de Gobi) no son estrictamente animales salvajes, si no animales domésticos que, como en este caso, pertenecen a la gente del pueblo, o, como en el caso de los famosos broncos americanos, fueron liberados y se asilvestraron.



Con lo cual, creo que no se puede hablar de interacción gratuita del ser humano con una especie salvaje. No es lo mismo que si lo hiciesen con cebras, por poner un ejemplo.


Además, estos caballos viven 362 días al año libres en los montes, y solo durante tres días son bajados al pueblo (no todos, puesto que al no emplear medios agresivos, a muchos equinos no es posible encontrarlos o desplazarlos al lugar deseado) para pasar la ITV.


Y aunque es posible que tengan estrés (como mi perro, y desde luego, menos que un gato en su transportín cuando van al veterinario) esta interacción con los humanos es fundamental para su supervivencia, ya que, como ya comenté anteriormente, son desparasitados, marcados con un chip para su seguimiento y, en caso de estar enfermos, separados para tomar las medidas oportunas de recuperación y evitar posibles infecciones al resto de la manada.


Por último señalar, que los potros son separados en el momento de su entrada en el "curro" para evitar que puedan ser lastimados.
Es bastante llamativo que sean los niños del pueblo quienes se encargan de separar a las pequeñas "bestas". Es una especie de ritual de iniciación en el "aloitamento" y una manera de inculcar a los más jóvenes el amor por los caballos, que, en Sabucedo, son mucho más que una forma de vida.



Si a pesar de ello no estáis convencidos, podría utilizar la demagogia hablando de los antitaurinos que van a los Sanfermines, de los huevos, pollos, terneras y cerdos que nos comemos tras haber pasado por granjas que harian palidecer a Hitler, o, simplemente, de los caballos que son trasladados de un lado a otro para concursos de hípica, carreras o paseos en fin de semana, quedando encerrados en las cuadras el resto del tiempo.
O algo que es tan tremendamente habitual en Galicia. Los perros de las fincas de fin de semana, que se quedan allí atados en espera de sus amos, sin libertad, sin compañía y a veces, sin alimentos.


Pero dejo ya de enrollarme, que al final parecerá "excusatio non petita, accusatio manifesta".



El caso es que quedé gratamente sorprendido con la rapa en particular y la romería en general.
Tiendas de campaña en un paraje espectacular (esta zona de los ríos Umia y Ulla es de una riqueza natural extraordinaria), churrasco y pulpo a precios realmente populares, buen ambiente tanto para familias como para jóvenes que quieren pasar un buen rato, pero muy alejada de orgías etílicas como el Percebe de Corme, la feria del Albariño de Cambados o A Barca de Muxía, fiestas que se han convertido en meras excusas para emborracharse, y cuanto más mejor.


Eso si, hay que recordar que mucha gente acude a esta fiesta, declarada de interés turístico internacional, y que será importante llegar con tiempo para coger entradas. El "curro" es grande, pero no podemos olvidar que es un recinto con capacidad limitada, y no solo cabe la posibilidad de quedarse fuera, sino que incluso entrando, podemos tener que permanecer de pie o en una posición incómoda, aunque es cierto que al ser circular, vamos a ver bien lo que sucede en todo momento.



Cuando entramos al "curro", nos explicaron varias teorías del origen de la tradición que se remonta, como mínimo, al siglo XVI, y tiene su origen en el santo local, San Lorenzo, y unas ofrendas en forma de caballo que se le realizaron como agradecimiento por varios milagros curativos.


Sin embargo, hay evidencia en varios petroglifos repartidos por los montes adyacentes de que procedimientos similares de corte de pelo a los caballos llevan aconteciendo desde hace miles de años.


Para amenizar la espera de la llegada de los animales, gaitas y agrupaciones populares entretienen al público, que por cierto, debe protegerse con un gorro y crema solar del implacable sol de julio, aunque por suerte, el sábado pasado las nubes protegían de Lorenzo al pueblo de su santo.


Y por fin, nos dicen que los mozos ya están llevando a la manada (unos 200 caballos) al "curro", y se nos pide silencio para que estén tranquilos. Y en efecto, en perfecto orden y con total tranquilidad, los caballos van ocupando todo el ancho del lugar y, como decía, salvo encuentros ocasionales entre garañones dominantes, permanecen en total calma.


Es en ese momento, cuando los niños, siempre supervisados por sus padres, comienzan a retirar a los potros, ellos solos, o, en el caso de los más pequeños, a colaborar en el proceso.
Para ello, los llevarán a las cuadras colindantes con el curro, donde esperarán a reunirse con sus congéneres una vez finalizada la rapa.


Y de pronto, sin previo aviso, el primer mozo se lanza sobre un caballo (para ser exactos el garañón más famoso de toda esa zona, un precioso ejemplar negro, enorme y llamado Makelele) y se monta sobre él mientras el caballo se encabrita, al más puro estilo rodeo americano...pero sin cuerdas ni guantes. A mano desnuda. Otro "aloitador" intenta agarrar la cabeza del caballo, mientras un tercero, le sujeta el rabo de manera que le sea imposible cocear.



Es un caballo espectacular y fuerte, pero en un alarde más de técnica que de fuerza bruta, el "aloitador" que va montado se sincroniza con el que agarra la cabeza, y de un salto se baja, agarrando dicha cabeza por el otro lado.
Le tapan los ojos con sus cuerpos, y se apoyan en el animal para sentirse mutuamente y así, tranquilizarlo.
Y lo que podía parecer un trabajo brutal y propio más de bestias que de hombres (a veces quedan dudas de cual es más bestia de los dos) se convierte en una especie de ballet donde humano y animal quedan unidos por un vínculo que se puede sentir y que llega a emocionar.
Esta técnica de agarre entre dos hombres, se denomina "cruzada", y es la clave para poder reducir a la equino.
En muchas ocasiones el caballo será tirado al suelo, donde, por extraño que parezca, este vínculo es incluso más visible, y tras ser desparasitado y tras serle cortadas las crines, la "besta" se levantará siempre tranquila y relajada. Como sabiendo que ya no le volverá  a tocar el turno hasta el año que viene.


Está claro que es un espectáculo impresionante y que, mientras el animal no está inmovilizado y tranquilo, es también bastante peligroso.
Un mar de patas equinas y un hombre sobre un caballo salvaje son garantía de algún golpe y de alguna fractura, y dos "aloitadores" tuvieron que retirarse lesionados, si bien no de gravedad.
Es importante saber que es lo que se va a ver, y quizá no sea lo más recomendable para personas muy impresionables.



Durante dos horas, la mayoría de los caballos del "curro" fueron rapados, y sus crines, que antiguamente se vendían, van cubriendo la arena, y cada "cruzada" es celebrada por el público y por los aloitadores, especialmente cuando los animales presentan mayor dificultad de la habitual.


Dos horas, como he dicho, pero que se pasan volando mientras uno siente que navega entre el mundo de las tablets y el iPhone 6 con el que toma fotografías y otro mucho más antiguo. Ancestral. Prehistórico.



Finalmente, los "aloitadores" aplauden a los asistentes agradeciendo su asistencia, mientras los caballos, ya muchísimo más tranquilos esperan pacíficamente el momento de ser liberados de nuevo.
Se abren las puertas de las cuadras, los potros vuelven con sus madres, y finalmente, los animales recobran su libertad, con los mozos formando una cadena humana que a la vez, muestra respeto por estas bellas bestias, y les indica el camino para recobrar su libertad.


¿Repetiría? sin duda.

Recuerdo los momentos posteriores a la rapa, caminando en solitario hacia mi coche, aparcado a unos 500 metros del pueblo, con una paz y una tranquilidad inusuales. Con la piel de gallina por haber presenciado algo tan grandioso y a la vez tan difícil de explicar.

Como si realmente, hubiese presenciado la comunión perfecta entre hombre y bestia.


martes, 7 de julio de 2015

KINGSMAN: Servicio Secreto

Buenos días amigos.


Hoy vamos a hablar un poquito de cine y creo que, aprovechando su salida al mercado en DVD y Blu-Ray, Kingsman se merece un poquito de cariño por mi parte.



Para empezar, diré que nunca me había reído tanto en el cine como con esta maravillosa adaptación del cómic creado por David Gibbons y Mark Millar.
Eso es mucho decir, porque sabéis que el cine es uno de mis pasatiempos favoritos (y si pudiese acceder a la v.o. más favorito sería).


Los actores están extraordinarios, y aunque es algo que se podría esperar de auténticos monstruos de la interpretación como Colin Firth, Samuel L. Jackson o Michael Caine, y de uno de mis secundarios favoritos como es Mark Strong, lo que realmente sorprende es el excelente nivel de los más jóvenes, Sophie Cookson y, sobre todo el protagonista principal, Taron Egerton.



Ah, y no me olvido de la aparición tremendamente surrealista, y auténtico guiño a los más cinéfilos de Mark Hamill, el inolvidable Luke Skywalker de Star Wars.


Pero bueno, la verdad es que el surrealismo es la seña de identidad de Kingsman, consiguiendo que la mezcla entre películas detectivescas tipo James Bond y otras de estética de cómic como Sin City, no parezca en absoluto "agua y aceite", si no que formen un todo que entretiene durante las más de dos horas que dura el metraje.


El director Matthew Vaughn, conocido por Kickass, ha concebido una obra que es puro entretenimiento, no exento de calidad de guión, conversaciones interesantes y actuaciones de alto nivel.
Y chistes, muchos chistes.
El personaje de Samuel L. Jackson y su mala pronunciación (ardo en deseos de hacerme con la versión en Blu-Ray para poder apreciarla en v.o.) es de los más desternillante que se ha visto en las pantallas de cine en años, solo igualado, quizá, por Zach Galifianakis en Resacón en las Vegas.



Pero repasemos someramente el argumento, para que os hagáis una idea.


Los "Kinsgsman" son una organización secreta destinada a acabar con los "malos-malosos" del mundo.
Sus nombres en clave, provienen de los caballeros del rey Arturo, y de ahí que tengamos a Arthur, Galahad, Lancelot o Merlín.


En una misión, tras un fallo de Galahad (Colin Firth), muere uno de los miembros de los Kingsman intentando protegerle y como muestra de agradecimiento, Firth le regala a la viuda y al hijo del fallecido una placa con un número de teléfono del que podrán hacer uso una vez en la vida cuando se hallen en verdaderos aprietos.


Más de una década más tarde, el niño ya crecidito (Taron Egerton) y con todos los buenos hábitos de cualquier adolescente conflictivo de uno de los barrios más sórdidos de Londres, es detenido por la policía.


Ahí hace uso de esa llamada, y es liberado al instante por mediación de Galahad.
Este le explica como es el servicio secreto al que pertenece, y que ha quedado una vacante libre y cree que tendría futuro como "Kinsgman".



No hemos explicado que esa plaza desocupada se debe a la muerte en los Andes de Lancelot, intentando rescatar al Profesor Arnold (Hamill), un destacado científico secuestrado por Richmond Valentine (Samuel L. Jackson) un multimillonario filántropo y su lugarteniente, Gazelle, una explosiva señorita con piernas ortopédicas afiladas como cuchillas.


A partir de ahí, Eggsy (tal es el nombre del protagonista) intenta hacerse un hueco entre los Kinsgman peleando contra otros candidatos, entre los que destaca Roxy (Sophie Cookson) en pruebas cada vez más descabelladas, siempre supervisadas por el severo Merlín (brillante interpretación de Mark Strong), y bajo la supervisión del inefable Michael Caine, aquí llamado Arthur.



Paralelamente, los Kingsman de pleno derecho, especialmente Galahad, investigan al cada vez más sospechoso Valentine hasta que descubren su malévolo plan para destruir a la civilización.


Los enredos, los misterios, los agentes dobles, el humor y la acción van en aumento a cada minuto, resultando en una de las mejores películas que he visto, y, sin duda, con una de las que más me ha hecho disfrutar.
Mención especial para el épico final.




- Por qué ver Kingsman?


Porque pocas películas he visto que, al mismo tiempo, consiguiesen hacerme reflexionar, mantenerme en vilo durante 129 minutos, reír a carcajadas, emocionarme y deleitarme con una buena ración de acción y efectos especiales.
Y por Samuel L. Jackson y Colin Firth. Sublimes.




- Personaje favorito:


Richmond Valentine es la elección obvia. Si mezclamos lo mejor de cada personaje interpretado por Samuel L. Jackson y le añadimos la voz de Cartman en South Park, nos sale el filántropo más pirado de la historia del cine.
También me encanta el personaje de Merlín, fundamental para la trama y brillantemente interpretado, como ya dije, por Mark Strong.




- Momento favorito:


La escena de la iglesia es, para mi, historia del cine. Ciertos paralelismos con la escena de la iglesia de Kill Bill, pero con una cómica brutalidad que haría palidecer al propio Tarantino.
Un cómic hecho imagen a cámara lenta. Te sorprenderás riendo a mandíbula batiente durante una sucesión de hechos que jamás pensaste que pudiesen hacerte reír.
El final de la película en general, y la relación entre Eggsy y la princesa sueca en particular, no tienen desperdicio tampoco.




- Momento más flojo:


No es para nada flojo, pero la primera media hora de película hace pensar en "otra de superagentes especiales" sin nada particular. Entretenida, pero no tan especial como el resto, que, como ya he dejado dicho, merece sitio en lo más alto de mi olimpo cinéfilo particular.




- Si te gusta Kingsman te gustará:


Kickass es otra gran joya del director, y para algunos, incluso superior en intensidad y diversión.
Aunque menos disparatadas, las películas de James Bond, fundamentalmente las protagonizadas por Daniel Craig, también tienen su punto y serán una buena opción para disfrutar si lo pasas bien con Kingsman (cosa que, desde ya mismo, puedo garantizar)


Si te gusta Kingsman, además, es posible que disfrutes con las películas basadas en cómics (las buenas, no engendros como The Spirit donde solo se salvaba, oh sorpresa, Samuel L. Jackson), especialmente Sin City.






Preparaos para ver a los agentes secretos de Su Majestad sin Aston Martin, ni bebidas agitadas pero no revueltas...pero con mucha más personalidad.
Ah...y que sepáis que tampoco volveréis a mirar igual a vuestro teléfono móvil a partir de ahora, jajajaja.




FICHA:


Kingsman: The Secret Service


Estrenada en 2015


Director: Matthew Vaughn


Protagonistas: Taron Egerton, Colin Firth, Samuel L. Jackson, Michael Caine, Mark Strong, Sophie Cookson, Sofia Boutella.






P.D.  "La nobleza no está en sentirte superior a los demás, sino en sentirse superior a tu yo anterior"





miércoles, 1 de julio de 2015

EL SUEÑO DEL FEVRE

Hola queridos lectores:


A estas alturas todos habréis oído hablar de George R.R. Martin, el autor de la exitosa saga de libros "Canción de Hielo y Fuego", y adaptada ahora en televisión por la HBO bajo el nombre de Juego de Tronos.


Sin embargo Martin llevaba muchos años escribiendo obras fantásticas de gran calidad, aunque por su temática (ahora más en boga) era raro que llegasen al gran público.


Y es uno de esos libros, "El sueño del Fevre", el protagonista de la entrada de hoy.



Para mi es especial por dos motivos. Fue la primera publicación que me descargué para mi E-book, y además, el primer libro que me leí en inglés.
No os sorprendáis, por tanto, si me refiero a él como "Fevre Dream".
Por si fuera poco, tiene 33 años igual que yo, ya que fue publicado en 1982.


Tras Drácula es, probablemente, mi libro favorito de vampiros.


La acción transcurre a mediados del siglo XIX, a lo largo del trayecto del Mississipi, ya que aunque New Orleans y otras ciudades ribereñas serán escena de parte de los capítulos, la mayoría de ellos tendrán lugar sobre la cubierta de los famosos Steamboats (barcos de vapor con rueda gigante) tan populares en esa época.



El protagonista es Abner Marsh, un capitán de barco en bancarrota que, en su peor momento, recibe una suculenta oferta de un joven llamado Joshua York.
Este le promete construir el mejor y más rápido "steamboat" jamás conocido, a cambio de acogerle a él y a sus socios en el barco realizando pocas preguntas.


Dicho barco será llamado "Fevre Dream" y se dedicará al transporte de mercancías y pasajeros, aunque, indica York, de vez en cuando deberá detenerse varias horas o incluso días en las localidades que el nuevo dueño desee.
Al margen de eso, Marsh sería el capitán y mandamás del navío.


El comportamiento de Joshua y sus colegas resulta muy sospechoso desde el principio, ya que salen solo de noche, y en las riberas por donde pasa el flamante barco, se suceden los rumores acerca de sucesos extraños.



El desarrollo de la trama y los giros argumentales hacen que la tensión se mantenga todo el tiempo, con una mezcla equilibrada entre terror (muy light, todo sea dicho), acción, suspense y diversión.




- Por qué leerlo?:


En este libro, Martin se nos presenta como un extraordinario descriptor, haciéndonos imaginar sin esfuerzo alguno que nos hallamos en el río más caudaloso de Norteamérica, en la época más cruda de la esclavitud.
Además, el uso de los coloquialismos, especialmente entre la raza negra (desconozco si esto se pierde en la versión traducida al español), le dan mucha más credibilidad a la lectura.
Algunos expertos han calificado al libro como la fusión perfecta entre Bram Stoker y Mark Twain, entre Drácula y Huckleberry Finn.
Estos motivos, al margen de la atrapante historia, ya hacen que el "sueño del Fevre" merezca la pena.
Si además sois fans del tema vampírico o del escritor ya no es que os lo recomiende, es que os pido encarecidamente que lo leáis.




- Personaje favorito:


Abner Marsh es carismático a más no poder. Feo, gordo, alto, torpe y aparentemente poco avispado, se nos plantea como un héroe poco habitual.
Eso sí, va sobrado de fuerza, lealtad y una inteligencia que tarda en ponerse en funcionamiento, pero que acaba mostrándose como superior en los momentos clave del libro.
Lo dicho, un protagonista poco fotogénico pero con el que uno empatiza desde el primer momento.




- Momento favorito:


Los momentos centrados en la sed de los vampiros, el sufrimiento que les provoca esa "sed", su necesidad de beber sangre humana y sus dilemas morales por hacerlo solo los he visto igual de bien tratados en "Entrevista con el Vampiro", si bien la novela de Anne Rice, es bastante inferior en calidad, según mi humilde opinión.




- Momento más flojo:


No es una novela muy larga (368 páginas), y desde el primer momento nos sumerge en la trama, con lo cual no llega a decaer en ningún instante y siempre nos pica para que sigamos "un capítulo más antes de dormir"




- Si te gusta esta novela, te gustará:


Por supuesto, Canción de Hielo y Fuego, que ya traté en una de mis primeras entradas, los libros de vampiros, especialmente Drácula, Carmilla o Entrevista con el Vampiro, y también las novelas de Mark Twain y Charles Dickens.




En resumen, amigos, "Fevre Dream" es una muy buena manera de introducirse en varios mundos que para mi, ahora, son fundamentales en mi manera de entender la lectura en particular y la cultura en general.


Iniciarse en literatura de vampiros sin que den mucho miedo (pero que no sean moñas como los de Crepúsculo), en mundos fantásticos que no son difíciles de abarcar (la acción transcurre en un escenario real), o en la obra de un escritor genial en una novela muy asequible para cualquiera (la saga de Juego de Tronos o Los viajes de Tuf son libros definitivamente más fantasiosos y enrevesados, al margen de extensos).



Quizá no os suene mucho, pero si os suena bien lo que os digo, deberíais darle una oportunidad.