domingo, 15 de febrero de 2015

VACACIONES EN ROMA

Hola amigos!!
Tras el descanso del fin de semana, retomo el tema de viajes, con la capital de Italia, Roma.



Nunca una ciudad tan mal cuidada, sucia, con tanta mendicidad, y tan sumamente cara, tuvo tanto encanto.
Hay ciudades peor cuidadas y sucias (véase Madrid), y más caras, por supuesto.

Pero Roma es un cóctel caótico de todo ello, aderezado con un tráfico infernal.
Y aún así, es una ciudad a la que volvería sin dudarlo, porque pocos lugares (no he estado en Atenas) simbolizan la decadencia del mundo occidental como ella.



Y además, aquí se encuentra uno de mis monumentos favoritos, el Coliseo (Anfiteatro Flavio, para ser exactos). Solo por él, retornaría a Roma.

Especialmente magnífica es la impresión que da salir del metro en la parada adecuada, y encontrarse de bruces con esta auténtica maravilla del mundo.

Pero Roma es mucho más que ruinas. Roma es el centro de la Cristiandad, con sus cosas buenas y cosas malas, Roma es arte renacentista, y Roma, amigos...es comida.

Es recordar Roma, y empezar mi estómago a rugir. Pasta, pizzas...y helados. Los helados más increibles del mundo.



Y café. Yo soy de tomar los cafés con leche, pero un buen expresso en el lugar adecuado, tampoco tiene comparación.

Roma tiene mucho que ofrecer, y tiene una cosa muy buena. Que no hay que hacer cosas raras para disfrutar de eso que ofrece.

Los restaurantes, cafeterías y heladerías de las zonas más turísticas, son más caros, pero la comida tampoco decepciona.
Las ruinas del Coliseo, el arco de Constantino o el Foro Romano son más famosos, pero uno puede encontrarse con restos milenarios por doquier.



Es difícil caminar por algún barrio sin algo destacable.

La ciudad de las 7 colinas, es pura historia.

Es una ciudad muy extensa, y con muchas cuestas, pero es abarcable, especialmente las partes más conocidas, y la red de metro, con sólo dos líneas, que se entrecruzan en la famosa estación de Termini, nos acerca a cualquier lugar de interés.

Relacionado con esto, es importante señalar que si no conocéis la ciudad, o cogéis el viaje en alguna agencia, lo más probable es que acabéis en algún hotelucho de la zona de Termini, lo cual puede ser recomendable para acceder facilmente al metro y al tren para salir de Roma, pero que, sin embargo, es una zona poca recomendable, con mucha inmigración ilegal, y carteristas.

Quizá sea mejor pagar un poco más por un hotel situado en otra zona.

Vamos ya a las famosas listitas, para ver algún detalle con más calma.

- ¿Por qué ir a Roma?: Una ciudad de casi 3000 años de antigüedad (por algo es la Cittá Eterna), tiene más historia que ninguna otra, y solo eso debería ser suficiente.

Pero la maravillosa comida, el clima benigno, las obras de arte de Miguel Ángel o Rafael, la Basílica de San Pedro o la Capilla Sixtina son otros motivos igual de buenos.
 


- Imprescindibles: Roma es imprescindible en general. El Coliseo, el enigmático Panteón, los iconos de la Cristiandad o el Renacimiento, la maravillosa Piazza del Campidoglio, o la zona de Piazza de Spagna y Via Veneto serían imprescindibles en cualquier ciudad.
Aquí, solo hay que elegir en que orden visitarlos.

El Coliseo, oficialmente llamado anfiteatro Flavio, fue construido en el siglo I, y es una de las 7 maravillas del mundo moderno.
Originalmente, tenía capacidad para 50000 espectadores, y su visión todavía sobrecoge, a pesar del mal estado de conservación, ya que durante muchos años, fue expoliada para redecorar iglesias y otras edificaciones cristianas.
Es, sin duda, uno de los monumentos más conocidos y visitados del mundo, y los gatos que habitan allí, unos de los felinos que mejor viven del globo también, jejeje.
Cerca de el, están el Foro Romano, el Circo Máximo y el Arco de Constantino, que también hay que visitar.



Otro monumento espectacular, es el Panteón, que fue originalmente un templo romano (Agripa), y posteriormente, se adaptó al culto cristiano.
Aún hoy día, es difícil explicarse como fueron capaces de construir esa planta circular con los medios disponibles en el año 27 a.C.
Me quedé media hora embobado mirando el orificio que está en todo lo alto, y si lo pienso bien, estoy seguro de que se me caía la baba contemplando semejante maravilla.



El Vaticano es otro imprescindible. Castel Sant'Angelo, la Basílica de San Pedro, la increible columnata de Bernini, y por supuesto, los museos vaticanos, con obras de arte como la Escuela de Atenas, de Rafael, la piscina de Nerón y sobre todo, la Capilla Sixtina, merecen pasar un día entero entre la guardia suiza y los fieles y sacerdotes que llenan sus calles.



La piazza del Campidoglio, ideada por Miguel Ángel, ocupa la colina opuesta al foro romano, pero orientada hacia San Pedro, como símbolo del nuevo poder que tomaba la ciudad, es un lugar singular de por sí, y que además tiene unas vistas extraordinarias.



Por otro lado, no debemos dejar de pasar un rato en la pequeña iglesia de San Pietro in Vincoli, donde se hallan las cadenas que ataban al propio San Pedro (esto es cuestión de Fe), y el conocidísimo Moisés de Miguel Ángel.
Una de las esculturas más famosas de la humanidad, a unos pocos centímetros. Deja sin aliento.



Como decía, la escalinata de la Piazza de Spagna, es un lugar emblemático donde tomar una porción de pizza imaginando que estamos junto a Audrey Hepburn y Gregory Peck, en Vacaciones en Roma.
Después, un cafetito en la cercana Via Véneto, y ya estaremos inmersos en el ambiente más "chic" de la capital italiana.



Y para seguir con lo más "posh", un paseo por la original Piazza Navona, también se antoja fundamental para afirmar que, efectivamente, hemos visto muchas de las caras de la ciudad.

- Decepciona algo: Muy claro lo tengo. La Fontana de Trevi. No niego su belleza, pero las discretas calles en las que se halla, y la aglomeración de turistas, hacen que contemplar la espectacular fuente, no merezca, en mi opinión, demasiado la pena.



La famosa "Boca della Veritá", tampoco es una cosa tan fantástica como para hacer tanta cola. La leyenda dice que los mentirosos perderán la mano si la introducen en este lugar, lo cual es muy romántico. La realidad, es que hacemos media hora de cola para meter la mano en una cloaca del siglo I.



- Cosas pendientes: En Roma siempre hay cosas pendientes, pero la próxima vez que visite la ciudad eterna, me encantaría coger un tren en Termini, y dirigirme a la ciudad fantasma de Pompeya, cerca de Nápoles, que como sabéis, quedó sepultada en un mar de cenizas tras la erupción del volcán Vesubio.
La vez que estuve, no me decidí a hacerlo, y realmente, es una cosa de la que aún me arrepiento. En la próxima ocasión, no lo dudo.

- Comer y beber: ¿Qué os voy a contar? Las mejores pizzas que he tomado, la mejor pasta que he tomado, pero sobre todo, los helados, amigos.

En cualquier sitio, a cualquier hora.
Pero destaco La Gallina Bianca, pizzería de estilo napolitano (masa más gruesa), situada cerca de Termini, y la heladería que está en La Isola Tiberina, la isla en medio del Tíber. Vaya helados!!
No soy muy fan, en cambio, del Lambrusco (resacón asegurado), o las "birras" italianas.
Si os gusta el vino, en Italia hay magníficos viñedos, así que tendréis muchas opciones para elegir.
Y la comida, señores, en Italia no se termina hasta que se toma un expresso.




Deportes: En Roma, no se puede hablar de deportes sin mencionar el calentísimo derby Roma-Lazio.
La Roma, con el incombustible Franceso Totti al frente, equipo de los trabajadores, mantiene una rivalidad bastante violenta con el fascista Lazio, el conjunto de las élites romanas, y que trasciende a lo meramente futbolístico.
La selección italiana de rugby, perenne cuchara de madera del 6 naciones, juega sus partidos como local en la capital del país, y a pesar de la poca competitividad que suele mostrar el conjunto azzurro, los fines de semana de febrero y marzo son cita ineludible para los amantes de este noble deporte.



Roma, ciudad eterna, será también eterna en vuestros corazones.
El polvo, la suciedad y el caos, que chocan a nuestra llegada, se transforman en entrañables añadidos a una ciudad que merece más de un "selfie".
3000 años de historia, desde que Rómulo y Remo fueron amamantados por la loba, harán las delicias de todos los visitantes.
Incluso de aquellos, que solo se convencen de las bondades de una ciudad cuando se sientan a la mesa.

Ya me contaréis. Un saludo, y hasta mañana.


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